Exploración petrolera en el
Subandino Norte
El año 2007 el entonces prefecto del
departamento de La Paz, José Luis Paredes anunció con gran pompa la existencia
de petróleo en el Norte del departamento. En esa ocasión mostró una botella con
el líquido negro obtenida en una incursión a la provincia Franz Tamayo. Un año
después, el presidente Evo Morales, con una botella si...milar, cuyo contenido
provenía de la población de Asariamas, en la misma provincia, anunciaba el
inicio de la exploración petrolera en la región y unos meses después, en agosto
del 2008, en sesión del Concejo Municipal de La Paz, entregó los contratos
petroleros firmados con la sociedad Petroandina, conformada por las estatales
YPFB (Bolivia) y PDVSA (Venezuela).
Las afloraciones de petróleo en el Norte del
departamento de La Paz son conocidas desde siglos atrás. Por eso, los intentos
de encontrar petróleo en la Amazonia boliviana datan desde inicio del Siglo XX.
Las expectativas creadas se relacionan con las emanaciones naturales a lo largo
del río Kerosén, en la provincia Franz Tamayo y en otras regiones donde, de
manera natural, los pobladores utilizan estas afloraciones como combustible.
Durante el 2011, el especialista Fernando
Alegría publicó el documento La Exploración Petrolera en el Subandino Norte,
basado en informes y boletines internos de YPFB, incluyendo el informe del pozo
Tacuaral I, de su misma autoría, el informe geológico de Liquimuni No 1 de B.
Pradel y el informe del Pozo Exploratorio Boyá de A. Romero, entre otros.
Alegría sostiene que los primeros trabajos de reconocimiento geológico en el
Subandino Norte fueron efectuados por S. W. Evans, cuyos resultados fueron
presentados en el informe titulado “Expedition to Caupolican” el año 1903.
Posteriormente, en el año 1913, la Compañía Petrolífera Caupolican y Calacoto
de Luis Lavadenz, auspició el relevamiento geológico de la zona Caupolican (hoy
provincia Franz Tamayo, al norte del departamento de La Paz), efectuado por O.
Walter y E. Jansson. Los resultados de estos trabajos fueron expuestos en los
informes “General report on the oil fields of Caupolican” (1922) y “Geological
Result of the Tthird Expedition into the oil fields of Caupolican”, publicados
en 1923.
F. Alegría refiere que durante el gobierno del
presidente Bautista Saavedra, se llevó a cabo el reconocimiento geológico de la
región de Tuichi, bajo la dirección del geólogo Ernest Barth, por encargo de la
Dirección de Minas y Petróleo. En el informe efectuado, “Datos generales e
informes de reconocimiento sobre geología de la región del río Beni”, Barth
describió las características del petróleo del río Kerosén; advirtiendo la
presencia de los anticlinales Beu, Chepite y Susi. Toda esta información se
encuentra albergada en su informe. Los anticlinales son las estructuras
geológicas donde se puede encontrar hidrocarburos.
El especialista continúa haciendo el recuento
de la exploración petrolera: en el año 1925, la Standard Oil Company encargó al
geólogo G. Harrington realizar trabajos tectónicos y estratigráficos entre San
Borja y Huachi, por el sudeste, y Tumupasa – Apolo, por el noroeste. Los
resultados fueron detallados en el documento: “Geologic Report on the Upper
Beni River region Bolivia”. A su vez, en 1938, O. Schlaginweit, describió la
estratigrafía de la región en el “Informe preliminar sobre el reconocimiento
entre San Borja y Huachi y el río Beni entre Huachi y Rurrenabaque”.
Por su parte, YPFB también
incursionó en la exploración petrolera. En1943 Canedo Reyes, realizó trabajos
de orden estratigráfico y en 1956, H. Díaz a cargo de la Comisión Geológica N°
6 efectuó un reconocimiento geológico de las provincias Caupolicán e Iturralde;
el producto de dichos trabajos se encuentra en “Contribución al conocimiento
geológico de las provincias Caupolicán e Iturralde”.
Entre los años 1966 y 1967, V.
Ponce de León y J. Mariaca realizaron una labor geológica minuciosa de las
estructuras Charqui y Tuichi, concluyendo que estas estructuras tienen un buen
potencial petrolífero.
A partir de 1962 hasta 1976 fueron perforados
dos pozos exploratorios y entre 1976 y 1996 cuatro pozos exploratorios.
El primer pozo exploratorio en el Subandino
Norte fue Boya-1, perforado por la Bolivian Gulf oil Company en el año 1962.
Alcanzó una profundidad final de 3038.6 m, en el departamento del Beni, muy
cerca al límite departamental con La Paz. Fue abandonado por considerarse seco.
Fue perforado en base a geología de superficie.
En el año 1976, Bolivian Sun Oil perforó el
pozo Tuichi-X1, el cual se encuentra localizado en la provincia Franz Tamayo
del departamento de La Paz. Este sondeo alcanzó una profundidad final de 4628 m
y fue también considerado seco y abandonado. Fue perforado en base a
información sísmica 2D.
El primer emprendimiento exploratorio de YPFB
en el Subandino Norte es el pozo Lliquimuni –X1, en la provincia Sud Yungas,
sustentado en la información sísmica 2D adquirida por el consorcio
Anschutz-Shell sobre el lineamiento Lliquimuni- Tacuaral, más la información
geológica de superficie obtenida en campañas previas. La perforación del pozo
se inició en septiembre de 1991, durante el gobierno de Paz Zamora y concluyó
en octubre de 1992, alcanzando una profundidad final de 4596.4 m. Si bien se
encontraron algunas evidencias de hidrocarburos, luego de los diez ensayos
realizados se evidenció ausencia de hidrocarburos, por lo que el pozo fue
clasificado como seco.
La segunda perforación efectuada por YPFB,
desde marzo de 1993 a julio de 1994, fue a 36 Km al sur del pozo LQM-X1, sobre
la Serranía de Marimonos, denominado Tacuaral-X1 (TCR-X1), pero los ensayos
demostraron la nula presencia de hidrocarburos. Aún se perforaron nuevos pozos,
a partir del desvío del pozo TCR-X1, denominado TCR-X1D, llegándose hasta los
3765 m de profundidad y el pozo Tacuaral-X2 (TCR-X2), situado a 5.4 Km al
sudoeste del TCR-X1, pero los resultados fueron negativos, habiendo sido
abandonados.
Entre octubre de 1995 y febrero de 1996, la
empresa francesa Total Oil & Gas Exploration Bolivia, con el propósito de
explorar la concesión denominada Bloque Madidi, programó la perforación del
pozo exploratorio Yariapo-X1, ubicado a 30 Km al noroeste de la locación del
pozo Tuichi-X1. El pozo fue clasificado como seco puesto que no se logró hallar
hidrocarburos.
Después de la capitalización (privatización)
de la estatal YPFB, ocurrida a partir de 1996, el Estado adjudicó dos grandes
concesiones petroleras en la Amazonia andina, el bloque Tuichi (1000000 ha) y
el bloque Rurrenabaque (426200 ha) a las compañías Repsol Exploration Secure S.
A. y Pérez Companc S. A. En febrero del 2001, Repsol oficialmente anunció la
devolución de la concesión del Bloque Rurrenabaque al Viceministerio de Energía
e Hidrocarburos y el año siguiente revirtió 195.000 ha de la concesión del
Bloque Tuichi.
Repsol realizó estudios de exploración
aeromagnética, que consistía en el sobrevuelo a baja altura recorriendo los
15000 Km de la concesión, con una licencia ambiental aprobada en base a un
dossier de cuatro hojas debido a la categoría 3 otorgada en el proceso de
obtención del licencia ambiental. (M. Gavaldá. La recolonización). El 2001
Repsol inició el trámite para obtener la licencia ambiental del Proyecto
Sísmica 2D Tuichi, pero la movilización de la Red de Alerta Petrolera hizo
desistir a la empresa y acogerse a la cláusula de Fuerza Mayor, por la que a
pesar de no cumplir con el plan de exploración no perdió la concesión.
Sísmica en Río Hondo y la Campaña contra
Petrobras
El 2001 fue adjudicado el bloque Río Hondo
(1000000 ha) a Petrobras Bolivia y Total E&P Bolivie.
Petrobras es una empresa de sociedad mixta
operada por el Estado de Brasil que figura entre las tres empresas con mayores
utilidades de Sudamérica. Opera en todas las áreas de la industria de los
hidrocarburos en Brasil y en el exterior. Hasta el 2006, en Bolivia controlaba
todos los aspectos del negocio del gas natural, desde su extracción hasta su
transporte y comercialización.
Petrobras Bolivia fue creada el 25 de
noviembre de 1995 “estratégicamente ligada a la exploración y producción de
reservas de gas para garantizar el abastecimiento del gasoducto Bolivia-Brasil,
concluido en diciembre de 1998 y también para liderizar otras iniciativas en el
sector energético boliviano, ligadas al proceso de integración binacional que
significó la construcción del gasoducto Bolivia-Brasil, la mayor obra de este
tipo en Sudamérica”
Petrobras obtuvo la concesión del
Bloque Río Hondo en la licitación de enero del 2001, firmándose el contrato el
30 de octubre del 2001, nueve años después de la creación de la Reserva de la
Biósfera y Territorio Indígena Pilón Lajas, por lo que dicha concesión era
contraria a lo establecido en el decreto de creación del área protegida. El
Art. 5 del Decreto Supremo 23110 de creación de la Reserva de la Biosfera y Territorio
Indígena Pilón Lajas, del 9 de abril de 1992 que forma parte del cuerpo
legislativo de la Ley de Medio Ambiente establece la prohibición de otorgar
nuevas áreas de colonización agraria, forestal, minera y petrolera,
garantizándose sin embargo los asentamientos de colonos, campesinos y
propiedades agrarias, así como también las concesiones forestales, mineras y
petroleras establecidas legalmente con anterioridad al dicho decreto supremo,
sujetas a reglamentación especial.
A principios de 2002, Petrobras inició el
trámite de obtención de la licencia ambiental para el Proyecto Sísmica 2D Río
Hondo Sur, presentando el estudio de evaluación de impacto ambiental el 18 de
septiembre del mismo año.
La solicitud fue observada por la sobre
posición con las áreas protegidas Pilon Lajas y Madidi y por estar dentro de
áreas de protección estricta y de amortiguación. Petrobras acusó al SERNAP de
modificar los límites de la Reserva Pilón Lajas y objetó la zonificación de la
reserva.
Al mismo tiempo Petrobras demandó a los
ministerios e Hidrocarburos y Minería, Desarrollo Sostenible y YPFB definir la
aquiescencia o denegación de actividades petroleras en Río Hondo Sur,
pretendiendo de esta manera pasar por encima de los procedimientos de
evaluación de impacto ambiental, sin responder a las observaciones efectuadas
en el proceso de obtención de la licencia ambiental. El 14 de enero del 2004
logró la aprobación de la misma.
Por otra parte, la empresa presentó el estudio
de evaluación de impacto ambiental para acceder a la licencia ambiental del
proyecto Sísmica 2D en Río Hondo Norte, el mismo que atraviesa áreas que, de
acuerdo a la normativa vigente, no permiten este tipo de actividades, como son
la Zona de Protección Estricta y la Zona de Amortiguación Interna.
El Proyecto Río Hondo Norte preveía la
apertura de una senda de 70 kilómetros de largo, que atraviesa en sentido
noreste la Reserva Pilón Lajas, adentrándose 40 kilómetros dentro de la misma y
fuera del bloque de concesión en aproximadamente dos terceras partes.
El desmonte a producir alcanzaba 10.5
hectáreas en diferentes unidades de bosque. Se previó la perforación de 2.520
pozos de 15 metros de profundidad, y la utilización de 16 kilogramos de
explosivos por pozo, en total 40.32 toneladas.
21 helipuertos estaban previstos de
habilitarse, con una superficie de 900 m2 cada uno, 280 zonas de descarga, 21
campamentos volantes, un campamento base de 4 hectáreas, cerca de la comunidad
El Palmar, lugar de provisión del agua. 150 personas debían trabajar en el
proyecto, de las cuales únicamente entre 35 y 45 serían locales.
Para el abandono simplemente se propuso la
limpieza del área y la revegetación natural para cubrir las áreas desboscadas
en la construcción de la senda, helipuertos, zonas de descarga y campamentos.
La Reserva tiene además la condición de Tierra
Comunitaria de Origen, territorio habitado por pueblos tsimanes, mosetenes y
tacanas. De acuerdo al Consejo Regional Tsiman Moseten, el proyecto de Sísmica
Río Hondo Sur jamás fue consultado con las comunidades como lo establece la Ley
de Medio Ambiente y el Convenio 169 de la OIT, ratificado como ley de la
República. Lo que si hizo Petrobras es tomar fotografías de una asamblea de
corregidores de las comunidades de la TCO y adjuntarlas en el Estudio de
Evaluación de Impacto Ambiental. Enterados de ello y de la aprobación de la
licencia ambiental, el Consejo se negó a recibir reiteradamente a los
consultores para el segundo proyecto. En consecuencia, ni siquiera el trabajo
de campo fue realizado en el área.
Por ello el estudio no reporta información que
permita establecer una línea base del área protegida y del área de influencia
del proyecto. El proyecto Río Hondo Norte se ubica en un área de alta
sensibilidad ambiental, por lo tanto absolutamente incompatible con actividades
hidrocarburíferas bajo ningún tipo de consideración. Se trata de la región
ecológica más diversa del planeta, la cuenca alta de los Andes tropicales,
donde se encuentra el 40% de la herpetofauna neotropical y más de 100 especies
de mamíferos. Además se estima un 10% de endemismo de aves y roedores y 10% de
endemismo en plantas dentro de esta región. La mayor parte del área se
encuentra en un nivel prístino sin intervención humana, como la Serranía Beu y
Muchanes.
Con fecha 15 de junio, todas las comunidades,
corregidores y autoridades de la TCO Pilón Lajas, así como organizaciones
locales, regionales, alcalde y autoridades del Consejo y del Municipio
dirigieron una nota al presidente de la Petrobrás Deccio Oddone, en la que
señalaban:
“Las organizaciones e
instituciones firmantes, nos dirigimos a usted para demandar que la empresa que
usted preside, Petrobras Bolivia, abandone las intenciones de iniciar
actividades petroleras en la región del norte de La Paz…”
“Un país que entregó tan amistosamente el
sector hidrocarburífero a una empresa como Petrobras, bien merece que al menos
se respeten sus políticas ambientales y de conservación, tomando en cuenta que
también tenemos obligaciones con las generaciones futuras. La demanda que le
hacemos implica retirarse de la zona más importante de ecoturismo de Bolivia,
la región entre los ríos Beni y Quiquibey, en el Noreste de la Paz y Sudeste
del departamento del Beni, región que para usted es simplemente el Bloque Río Hondo,
el último que se adjudicó Petrobras, en contra de la legislación vigente en
Bolivia: la Ley de Hidrocarburos señala en su artículo 7 que se aplicarán las
disposiciones de la Ley del Medio Ambiente y sus Reglamentos al sector de
hidrocarburos. Esto significa aplicar la Ley, sus reglamentos y sus
disposiciones conexas, como son las relativas a Áreas Protegidas. Precisamente
el Bloque Río Hondo se sobrepone con estas áreas, que además son territorios
indígenas, creadas mucho antes de que existiera Petrobras en Bolivia, donde
están absolutamente prohibidas nuevas actividades de hidrocarburos.”
“No vamos a recordar las presiones que
Petrobras ejerce para lograr la aprobación de licencias ambientales, pero si
queremos recordarle la importancia de esta región, no solo por sus áreas
protegidas, sino sobre todo por su gente.”
El 28 de julio, el presidente del
Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo-FOBOMADE, en base a la nota
anterior solicitó formalmente al Ministerio de Desarrollo Sostenible, la revocatoria
de la licencia ambiental otorgada a la empresa Petrobras para las actividades
del proyecto Río Hondo Sur.
Mientras, se discutía en el Congreso, el
proyecto de Ley de Hidrocarburos, debate en el que, gracias al caso de la TCO y
Reserva de la Biosfera Pilón Lajas, pudo incorporarse en todos los espacios
parlamentarios y de opinión pública, la irracionalidad económica de sobreponer
la explotación de hidrocarburos sobre actividades económicas de efectos
multiplicadores como el turismo, principal actividad económica de la región. Al
mismo tiempo, la carta de las comunidades de la TCO Pilón Lajas recorrió el
espacio virtual, siendo reproducida en varios idiomas.
Petrobras tenía previsto ingresar e iniciar
las actividades del Proyecto Río Hondo Sur en septiembre del 2004, pero no se
presentó oficialmente en la región. Posteriormente se conoció que, igual que
Repsol, se acogió a la cláusula de Fuerza Mayor establecida en el contrato,
porque no le fue concedida la licencia ambiental del proyecto Río Hondo Norte,
debido a la sobre posición con las áreas protegidas. Sin embargo, durante el
2004 siguió intentando avanzar en una “reunión de divulgación y consulta
pública, para que los indígenas puedan sugerir medidas de mitigación a
aplicarse en el proyecto petrolero”, a través de la Consultora Econat,
encargada del Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental. El Consejo Regional
Tsiman Moseten, mediante nota del 29 de Octubre de 2004 rechazó la solicitud
porque las comunidades indígenas están en contra que se realicen actividades
petroleras en su territorio y la consulta que se pretendía hacer era para que
los pobladores indígenas sugieran medidas de mitigación, no con el objetivo de
lograr el consentimiento de las comunidades (como indica el inciso 2 del artículo
6° del convenio 169) para que se lleve a cabo el proyecto, sino cumplir un
procedimiento exigido por el Ministerio, imponiendo la realización de sus
actividades a la voluntad manifiesta de las comunidades.
A fines del 2004 la Comunidad de Asunción del
Quiquibey, en el interior de la TCO se vio sorprendida por el ingreso de
funcionarios de Petrobras por una ruta no autorizada haciéndose pasar por
turistas. Los visitantes salieron apresuradamente en un bote que los esperaba,
cuando se les pidió dar a conocer el motivo y la forma en que habían entrado.
El 13 de diciembre del 2004, a través del
diario Los Tiempos, Petrobras se refirió a lo que considera “las
incompatibilidades en las normas nacionales (que) impiden a La Paz y Beni
acceder a regalías petroleras, puesto que por contradicciones gubernamentales
se obstaculiza la búsqueda de reservas hidrocarburíferas en el bloque Río
Hondo, que tiene potencial de reservas del oro negro”. Al mismo tiempo, el
entonces presidente de Petrobrás Jose Eduardo Freitas, aseguró que Río Hondo
"es un campo muy promisorio" por las reservas de petróleo, al
lamentar que “las normas discrepantes” impidan incluso la exploración en el
área.
El funcionario aseguró a pesar que "no se
hizo nada en este campo", Petrobras ya pagó 1,5 millones de dólares por
patentes, por lo que ante la imposibilidad de proseguir con la exploración, la
petrolera recurrió a la cláusula contractual de "fuerza mayor", que
fue aceptada por YPFB.
La Ley de Hidrocarburos establece el carácter
obligatorio de la consulta, y la potestad de que las organizaciones indígenas
rechacen el proyecto hidrocarburífero a ser realizado en su territorio, aunque
esto último fue posteriormente suspendido por el Tribunal Constitucional,
frente a un recurso de inconstitucionalidad presentado por un diputado de
entonces. Además establece que las actividades hidrocarburíferas solo pueden
ser realizadas en áreas protegidas si los objetivos de gestión y la
zonificación respectiva así lo permiten y si un estudio de evaluación ambiental
estratégica de planes y programas lo aprueba, lo que complica aún más las
posibilidades de las empresas petroleras en Pilón Lajas.
Después del decreto de Nacionalización
aprobado el 2006 por el presidente Evo Morales, las empresas petroleras debieron
migrar de acuerdo a la nueva legislación. De esta manera, tanto Repsol como
Petrobras firmaron nuevos contratos que fueron homologados por ley del Estado
Plurinacional, incorporando el Anexo E que establece que una vez que las
cláusulas socio medio ambientales que motivaron la situación de fuerza mayor
sean superadas, se negociará el Anexo F (Retribución al Titular) o el área será
devuelta. El plazo establecido es el remanente a la Fase 1 que era de 4 años.
El contrato fue suscrito el 28 de Octubre del 2006 y homologado con la Ley No
3672, del 2007. El 26 de abril del 2010, Reporte Energía informó que entre los
acuerdos a los que llegó el Ministerio de Energía e Hidrocarburos con la
comitiva de empresas brasileñas encabezada por el asesor de Asuntos Internacionales
del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Marco Aurelio García, se encuentra la
viabilización de la exploración hidrocarburífera de Petrobras en el bloque Río
Hondo. El entonces ministro de Energía e Hidrocarburos, Luis Fernando Vincenti,
anunció que el compromiso boliviano es el de “dar las condiciones técnicas y
legales para que estas áreas (Bloque Río Hondo) puedan ser desarrolladas.
Petrobras posee un bloque de 1 millón de hectáreas, que se encuentra inactivo
debido a que una parte de él está afectado con parques nacionales”.
Un factor para dejar sin efecto
las intenciones exploratorias de Petrobras en su momento fue la oposición de
las organizaciones del área de influencia del emprendimiento, que solicitaron
abandonar el inicio de actividades petroleras en el norte de La Paz. La masiva
campaña liderada por las organizaciones locales, municipios, subprefectura,
organizaciones regionales indígenas y campesinas, comunidades y empresas de
turismo, hizo retroceder a Petrobras en sus intenciones de ingresar en la
región durante gobiernos neoliberales. Sin embargo, durante el gobierno del
proceso de cambio, se renovaron los contratos y se fue más allá, acordando con
la empresa facilitarle el levantamiento de las restricciones ambientales que le
impiden ingresar a la región. Esto significa el cambio de toda la legislación
ambiental vigente, para adaptarse a los intereses de Petrobras. Ver más.
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